"En tiempos de crisis aumentan los fraudes" dice Tirabassi

María Silvina Tirabassi lleva ya un año al frente de la Dirección General de Aduanas. Su regalo de cumpleaños: la noticia de que, entre los 178 organismos de control y fiscalización que integran la Organización Mundial de Aduanas (OMA), la argentina ocupa, por estos días, el primer lugar en cuanto a cantidad de procedimientos.

-¿Somos, entonces, los más perseguidores del mundo?

(Muy seria) -No. Estamos muy alertas. Es un hecho probado que en tiempos de crisis aumentan los fraudes y los desvíos. Estamos atacando la subfacturación en importaciones y la falsificación. En todo 2008 detectamos falsificación marcaria por 50 millones de dólares. Sólo en enero y febrero hubo procedimientos por 28 millones de dólares.

Antes de comandar la Aduana, Tirabassi timoneó una subdirección clave: la de Control Aduanero, donde armó el equipo de análisis de riesgo, un área policíaco-detectivesca, cuyo desvelo fue hacer del control aduanero una operación inteligente. Y, hasta ahora, manual. Para ello, espera ansiosa el cambio del Sistema Informático María (SIM), anunciado a principios de mes por el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, nuevamente su jefe directo (lo fue cuando Echegaray dirigió el organismo de Azopardo 350).

La Aduana instrumenta por estos días una serie de programas pilotos que apuntan a facilitar el comercio.

"Estamos trabajando con navieras y con una terminal para el adelantamiento de la información para identificar con anticipación qué contenedores investigar", indicó en diálogo con LA NACION.

-¿Qué características tiene este programa piloto?

-Que es totalmente voluntario, no queremos sujetar los tiempos del comercio a los cambios que queremos introducir en el sistema. Las navieras nos dan información en tiempo real, no les cuesta hacerlo, y estamos ejercitando para cuando podamos hacerlo de forma automatizada.

-¿Cuándo empezaron con esta prueba y con cuánta anticipación entregan la información?

-Arrancamos en enero, y logramos tener la información con cinco días de anticipación, cuando el mundo exige 48 horas. Lo importante es que la prueba la estamos haciendo con la terminal que más mercadería recibe de China, que es la que más riesgo tiene y más analizamos. Hay otras terminales ya interesadas porque el anticipo es estratégico para la Aduana pero es una solución práctica también, que le da calidad y agilidad al control.

-¿El anticipo será obligatorio?

-Una vez que chequeemos el procedimiento y lo podamos reglamentar. Será en un mes o dos.

-¿Qué novedades hay en cuanto a operadores confiables?

-Convocamos a 28 empresas que exportan a Estados Unidos y que están calificadas como confiables para incorporarlos al programa y cerrar la cadena importación-exportación. La aduana tiene un agente en el puerto de Miami al que le anticipamos la información y logramos procedimientos en tiempo real: detectábamos subfacturación y en el momento estaban haciendo allanamientos en Estados Unidos y enviándonos las facturas.

-¿Qué empresas son?

-Son de electrodomésticos, pesqueras, alimenticias, bodegas, cosméticos, limpieza, automotrices, mineras, plásticos, madereras y laboratorios medicinales. Muchas de ellas las tenemos como aduanas domiciliarias. Son empresas grandes, con mucho volumen de exportación. Y algunas las estamos tomando también como prueba piloto en Brasil y España.

-¿Pero cuáles son?

-No puedo dar nombres por el momento. Estamos todavía con pruebas piloto, y también estamos empezando a trabajar en un programa de importadores confiables, con una empresa voluntaria. El importador es más difícil que el exportador porque tiene menos permanencia. Vamos a exigirles para entrar cierta antigüedad.

-Los importadores se quejan de ciertas normas ómnibus o paraguas que no distinguen que los ponen a todos en la misma bolsa…

-Precisamente, la señal política es que vamos a priorizar a los que importen insumos y no productos terminados. Lo que dijimos en el Consejo [Consultivo Aduanero] es que el operador que quiera facilitación, que se acerque y reclame por los problemas que tiene o por las demoras que ve en la salida de la mercadería, porque tenemos programas de facilitación en marcha en ese sentido. Que se acerque a la Aduana porque estamos trabajando en un programa de operadores confiables. Es voluntario, pero sólo así recabamos la información necesaria del campo y validamos los procedimientos para después poder reglamentarlos.

-¿Qué fue lo que se anunció respecto del Sistema Informático María? ¿Se cambia o se actualiza?

-Lo que se definió fue la adquisición de un nuevo sistema modular. Será un sistema aduanero informatizado global, un solo sistema. La prioridad que definimos fue la del módulo de análisis de riesgo, algo que nunca tuvo la aduana argentina y nunca lo tuvo el Sistema María, que es el módulo de control. La novedad es que este módulo va a poder trabajar en todas las etapas de la cadena. Hoy trabajamos en la importación y en la exportación, y lo demás se hace de manera manual. Lo que queremos es monitorear todos las etapas de la cadena, los tránsitos, transbordos, adjuntar las imágenes de los escáneres y de las cámaras. Es decir, tomar todo, toda la cadena logística, de punta a punta, como una sola operación, y por supuesto, que el sistema pueda dar respuesta.

Además, el sistema tiene que estar operativo en alguna aduana del mundo. Tiene que tener toda la funcionalidad del María y toda la información de la AFIP y de la Aduana, más las necesidades de anticipo de información y análisis de riesgo. Hoy tenemos un sistema de registro, pero con información estática. La arquitectura del María no permite un rango de "disparo" de un determinada posición arancelaria. Esos rangos son los que necesita la Aduana para identificar contenedores irregulares por origen, despachante, operador, mercadería, derechos o licencias no automáticas.

 

Fuente: La Nación

14 /04 /09

MT