Residuos plásticos, a rodar

Michelin y Carbios avanzan hacia un neumático 100% sostenible. Ambas compañías trabajan en una innovadora tecnología de reciclaje para obtener PET.

 

Michelin se comprometió a alcanzar el 100% de materiales sostenibles en la fabricación de sus neumáticos en 2050, llegando a un 40%, a partir de 2030.


Una nueva etapa se completó hacia un neumático cien por ciento sostenible, al aplicar el proceso de reciclaje enzimático para obtener fibras técnicas de PET utilizadas en la fabricación de neumáticos.
El proyecto es llevado a cabo por Carbios, entidad francesa pionera en el desarrollo de soluciones industriales dedicadas a la reutilización de polímeros plásticos y materiales textiles, y la empresa Michelin, referente en movilidad sostenible.
PET (teraftalato de polietileno) es un plástico derivado del petróleo, ya que sus dos monómeros, el etilenglicol y el ácido tereftálico, proceden del petróleo. Es la materia prima de una de las principales fibras de poliester utilizadas en los refuerzos de los neumáticos.
El proceso de reciclaje enzimático recupera residuos plásticos o textiles, como botellas, bandejas, prendas de poliéster, entre otros elementos, para convertirlos en PET. Se basa en una enzima capaz de despolimerizar de modo específico este producto contenido en estos residuos. Esta innovación permite el reciclaje infinito de todos los tipos de residuos de PET, así como la elaboración de productos PET 100% reciclados y 100% reciclables que conservan una calidad equivalente al teraftalato de polietileno original.

 

Mayor resistencia
Según se informó desde Michelin, los procesos convencionales de reciclaje termo-mecánico de plásticos compuestos no permiten obtener el alto rendimiento necesario en las aplicaciones para neumáticos. Tras ser re-polimerizados como PET, los monómeros derivados del proceso desarrollado por Carbios, procedentes de residuos plásticos coloreados o incoloros, permiten obtener una fibra de alta resistencia que cumple con las exigencias de Michelin.
La fibra obtenida es de una calidad idéntica a la de una fibra técnica de PET primario procedente del petróleo, y resulta especialmente idónea para la fabricación de neumáticos, teniendo en cuenta su resistencia a la ruptura y su estabilidad térmica.
De este modo, el proceso de reciclaje enzimático permite a Michelin responder, en parte, a sus objetivos, e introduce a los neumáticos en una auténtica economía circular. Según un ambicioso plan, la compañía se comprometió a alcanzar el 100% de materiales sostenibles (de origen natural renovable o reciclados) en la fabricación de sus neumáticos en 2050, llegando a un 40%, a partir de 2030.
Cada año se comercializan en todo el mundo 1.600 millones de neumáticos para autos. Las fibras PET empleadas en la producción de estos neumáticos, teniendo en cuenta a todos los fabricantes, representan 800.000 toneladas anuales.
A medio plazo, existe un potencial de cerca de 3.000 millones de botellas de plástico que podrían ser recicladas anualmente en fibras técnicas para fabricar neumáticos Michelin.