Trazabilidad: cuando la salud está en riesgo

Incorporar al sistema más medicamentos e insumos para ser identificados desde su origen hasta su destino final es el gran desafío que propone GS1 Argentina.

 

La Argentina es modelo mundial en trazabilidad de medicamentos. Pero esa distinción necesita ser actualizada.


Barbijos, guantes, mascarillas, cintas, test para detectar el virus, cualquier medicamento o insumo hospitalario puede estar identificado para formar parte de un sistema de trazabilidad. De esta forma, se obtendría información completa sobre todos los elementos que circulan en el sector de la salud. Se sabría quién lo hizo, quién lo trasladó, a qué destino, quién lo recibió o qué médico lo requirió y para qué paciente.
La Argentina es modelo mundial en trazabilidad de medicamentos. Pero esa distinción necesita ser actualizada. Hay mucho para hacer. Y lo que falta crea vacíos que no se llenan de un día para el otro, aún menos en días de pandemia.
Por esa razón, desde el inicio de la cuarentena, la organización internacional GS1 –con sede en 140 países-, y con amplia experiencia en el desarrollo de estándares de identificación y trazabilidad para la transmisión electrónica de documentos, sobre todo en los ámbitos de consumo masivo y salud, se puso a disposición de organismos como la Administración Nacional de Medicamentos (Anmat) y los ministerios de Salud de la Nación y de la Ciudad.
“Siendo una sociedad sin fines de lucro, neutral, adaptamos la asociación para colaborar con la comunidad y nuestros socios en esta emergencia. Hace más de 20 años trabajamos con el Estado. Hoy, es una oportunidad para profundizar los sistemas de trazabilidad en los que ayudamos y que ya están desarrollados, como es el Plan Remediar. La idea es continuar y ampliar lo realizado”, dijo el gerente general de GS1 Argentina, Alejandro Rodríguez.
También insistió en que ahora, “más que nunca, es importante aumentar los seguimientos de medicamentos, kits sanitarios, insumos para los centros de salud y registros de pacientes”.

 

Desafío en la crisis
Según Mario Abitbol, gerente del sector Salud de GS1 en el país, “no todos los hospitales tienen fácil acceso a una base centralizada para verificar de forma ágil si cada producto es genuino y si cumple con las normas y los requisitos de la autoridad sanitaria”.
“Por esa razón, ofrecemos que se utilicen catálogos electrónicos de alineación de datos para disponer de forma rápida información sobre todas las unidades, inclusive los datos que da la Anmat”, agregó el especialista.
Abitbol advirtió sobre la complejidad del reto que tienen las autoridades gubernamentales para extender el sistema de trazabilidad. “Es un momento complicado. La pandemia tomó a todos los países por sorpresa y lo que no se implementó antes de la crisis, requerirá de un esfuerzo adicional para llevarlo a cabo, ahora. Si bien se mostraron muy interesados desde los organismos nacionales y locales, hoy están tratando de apagar el incendio”.
Por su parte, Roxana Saravia, gerenta de Trazabilidad y Gobierno de GS1 Argentina, resaltó que “el sistema de trazabilidad de medicamentos informa en cada elemento que recibe un paciente el número de lote y de serie, la fecha de vencimiento, entre otros datos, lo que permite hacer un seguimiento muy detallado”.
Ese sistema en el país ya está implementado. “Lo que hay que hacer es continuar actualizándolo de acuerdo a las necesidades de los usuarios y de las situaciones específicas, como es el caso del COVID-19, además de incorporar otras unidades, como las mascarillas o los test para detectar el virus”, afirmó la directiva.
Un asunto que provoca grandes daños es la proliferación de la venta de productos falsificados, no sólo en la Argentina, sino también en el mundo. “En esta urgencia hay quienes rápidamente los empezaron a inyectar en el mercado, a través de internet. Sucede mucho en Europa y China”, señaló Abitbol.
“Como los productos no están correctamente identificados y no hay una base con la que validar la autenticidad de cada uno, la tarea que tiene el personal de la salud es complicado”, dijo.
Saravia explicó que si los gobiernos acuerdan trabajar siguiendo una metodología común es importante el armado de grupos. “Ya lo hemos hecho, por ejemplo, para el Plan Remediar. Estos grupos permiten alinear las necesidades y requerimientos de cada eslabón de la cadena”, comentó.
Al respecto, enfatizó que el desafío es la adopción de estándares para integrar y compartir datos. Avanzar en este sentido dará un orden y soluciones indispensables a una Argentina a la que no le sobran recursos.