Brasil compra menos harina de trigo

Las exportaciones a ese país bajaron 31%; las ventas totales cayeron un 25 por ciento.

 

Pese a haber alcanzado un volumen récord de un millón de toneladas y una facturación cercana a los US$ 440 millones en todo 2008, las exportaciones de harina se vienen cayendo por el tobogán desde octubre del año pasado. Según un informe de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), por la crisis que afecta al comercio internacional, en el semestre octubre 2008-marzo 2009 las ventas totales al exterior de este producto disminuyeron un 25%, respecto del período octubre 2007-marzo 2008. En volumen, se colocaron 451.033 toneladas, lo que implicó una caída de 134.139 toneladas respecto del semestre octubre 2007-marzo 2008.

 

Las exportaciones con destino a Brasil, el principal cliente de la Argentina con más del 60% de las compras totales, sufrieron una baja todavía mayor. La caída de las ventas fue del 31%, según FAIM. De acuerdo con esta entidad, las exportaciones de harina al vecino país disminuyeron en 122.746 toneladas. En total, Brasil compró entre octubre y marzo 269.771 toneladas, contra las 392.517 toneladas del período anterior. En el último semestre, el principal socio del Mercosur adquirió harina argentina por unos 100 millones de dólares.

 

"Con respecto a Brasil, el impacto [de la baja de las exportaciones] fue muy fuerte", afirmó Alberto España, presidente de FAIM. La Argentina provee a ese país del 7% de la harina que utiliza para su mercado interno. Según el dirigente, tres factores hicieron que la caída en las ventas a Brasil hubiera sido mayor que el total: la crisis del comercio internacional, la devaluación del real y las trabas que logró imponer la molinería brasileña, agrupada en la Asociación de la Industria Brasileña del Trigo (Abitrigo), al producto local. "Brasil devaluó el doble que la Argentina, lo que hizo caer la rentabilidad y el volumen, y hubo un fuerte lobby para poner impuestos internos y trabar el origen de la harina", subrayó España. A diferencia del grano de trigo, que tiene una retención a la exportación del 23%, la harina paga una alícuota del 13%. Brasil viene tratando de asegurarse la harina argentina, mientras que en trigo directamente está buscando otros proveedores frente a la continua retracción de la cosecha local. Los brasileños necesitan tener trigo todos los años para un consumo de unos 10 millones de toneladas. Por eso, el año pasado el país impulsó una baja al 0% del arancel extra-Mercosur, que estaba en el 10%, y ahora está intentando lo mismo.

 

  

Caída de la producción
 

Desde 2006, Brasil pasó de comprar 6,1 millones de toneladas de trigo argentino a un estimado de 3,5 millones de toneladas para este año, lo que implicaría una reducción cercana al 45%. La Argentina produjo en 2008 8,5 millones de toneladas de trigo, casi la mitad que en 2007. Atento a ello, Brasil ya adquirió 900.000 toneladas de trigo en Estados Unidos hace dos campañas, y ahora proyecta hacerlo por 800.000 toneladas. De Canadá va traer otras 600.000 toneladas y de Rusia adquiriría otras 100.000 toneladas más. A diferencia del trigo ruso, el cereal canadiense y el norteamericano se encuentran entre los más caros del mundo, y los brasileños pagan entre 20 y 30% más por esa mercadería. De paso, el vecino país está detrás del objetivo de aumentar su propia producción: ya alcanzó los 6,01 millones de toneladas en el ciclo pasado. Pese a que este año aguarda una producción menor, incrementará la siembra 0,4% para llegar a 2,43 millones de hectáreas.

 

Según España, con la crisis internacional también se afectó el valor de exportación de la harina. La tonelada pasó de 400 a 310 dólares. En este contexto, la baja de las exportaciones preocupa a FAIM por el impacto sobre el mercado laboral de este sector, que ocupa a 30.000 personas en forma directa (20% del empleo ligado a la exportación). "Si esto se mantiene en el tiempo, está en riesgo el mercado laboral", apuntó España.
 
 
Fuente: La Nación
14 / 04 / 09
MT