La agenda que compartieron en Buenos Aires Cristina Kirchner y el primer mandatario brasileño también incluyó la preocupación por el mercado transportista y los créditos del Banco Nación para la venta de camiones.
En esa reunión habría existido el compromiso de Lula de que el Banco Nacional de Desarrollo brasileño (BNDeS) financie también la venta de camiones Iveco pesados, producidos en Córdoba. Recién concretado ese paso, el Banco Nación pasaría a financiar la venta de camiones brasileños, como los Mercedes, Ford, Volkswagen, Scania y hasta los Iveco medianos.
Ambos países lanzaron a fin del año pasado créditos oficiales para favorecer la venta de autos y utilitarios, producidos en el Mercosur pero, con los camiones es diferente ya que sólo financian a las fábricas radicadas en su propio país, con el argumento de que se trata de bienes de capital.
En marzo, la Presidenta reveló, en un acto en Olivos, que Iveco tenía en sus playones 2.500 camiones sin vender. Esa verdadera fortuna inmovilizada tenía su contracara en 80 operarios eventuales a los que no se les renovó el contrato. Para entonces, ya estaba vigente el plan de Lula en favor de los camiones brasileños. A fines de marzo, el Gobierno lanzó la financiación del Nación (60 meses, al 14% anual), a cambio de que Fiat Iveco no despida más personal hasta fin de año.
Las terminales nucleadas en Adefa que importan camiones desde Brasil se movieron para que la entidad reclame la extensión de esos créditos subsidiados del Nación. Fuentes del sector señalaron que Iveco movió una ficha en sentido opuesto dentro de Anfavea, la entidad paralela a Adefa en Brasil. Y ahora los camiones son parte de la agenda bilateral presidencial.
Se trata de un negocio sensible: cada camión le aporta a una automotriz más margen que 10 autos chicos juntos.
(Fuente: Clarín)
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