Enojo de los industriales por la importación de zapatillas

Critican que no haya derechos antidumping para productos chinos.

 

 

El idilio entre el Gobierno y los fabricantes de calzado tuvo un cortocircuito. Tras la sucesión de anuncios de inversiones en nuevas plantas locales que se conocieron en las últimas semanas, los industriales nacionales y los sindicatos se cruzaron con el Ministerio de Producción, que conduce Débora Giorgi, por el ingreso de calzado deportivo importado de China.

El conflicto se originó cuando el ministerio decidió aplicar derechos antidumping para la importación de calzado no deportivo fabricado en China, pero excluyó de la medida a las zapatillas (en 2008 la Argentina importó 6 millones de pares de calzado deportivo desde el gigante oriental).

Para los fabricantes nacionales, la medida -que entrará en vigor en un plazo de 10 días- responde a los intereses de las grandes marcas internacionales de calzado deportivo e implica la pérdida de una "oportunidad única" para las pequeñas firmas.

En el Ministerio de Producción destacaron que con esta medida buscan proteger a los fabricantes nacionales de calzado no deportivo que "representan el 88% de la producción argentina de calzado y ocupan el 75% de los puestos de trabajo directos del sector", según precisó Eduardo Bianchi, subsecretario de Política y Gestión Comercial.

En el ministerio además destacaron que en el caso específico del calzado deportivo proveniente de China por el momento no se aplicará ningún derecho antidumping porque no está comprobado que exista un daño para los fabricantes nacionales. Sin embargo, ratificaron la vigencia de las licencias no automáticas, una barrera paraarancelaria que jugó un papel fundamental en el desarrollo y la consolidación de la industria nacional del sector.

 

Defensa oficial

De hecho, al amparo de estas medidas en los últimos meses se concretaron distintas inversiones en nuevas plantas locales a cargo de empresas internacionales como Nike, Adidas, Converse, Alpargatas y Penalty. "Las licencias no automáticas no se eliminan ni se modifican, con lo cual no hay ninguna baja en la protección industrial", señaló Bianchi.

Los fabricantes, en cambio, tienen una lectura negativa de la medida. "Las licencias no automáticas tienen un componente discrecional muy grande y en muchos casos son funcionales a los intereses de las grandes marcas multinacionales. En cambio, con la decisión de no aplicar derechos antidumping se está perdiendo una oportunidad única para consolidar un modelo exportador que beneficie a los pequeños fabricantes nacionales", explicaron fuentes de los industriales locales.

Las críticas son compartidas por el sindicato del sector, que directamente alertó sobre la posible pérdida de puestos de trabajo. "Corren peligro 5000 puestos de trabajo", señaló Agustín Amicone, secretario general del Sindicato del Calzado (Uticra).

deNeXos – 02/07/09 – MT

Fuente: La Nación