Exportan alimentos con el sistema de comercio justo

En las góndolas de 450 puntos de venta de la cadena Wal-Mart en los Estados Unidos está disponible por primera vez el vino riojano Solombra Reserva. En las 639.000 botellas que el hipermercado compró a la cooperativa de trabajo La Riojana por US$ 2 millones está estampada la etiqueta de FairTrade Labelling Organizations Internacional (FLO), la certificación internacional que indica que ese vino fue producido de acuerdo con los estándares internacionales del comercio justo, un sistema de intercambio alternativo que promueve el acceso a los mercados a pequeños productores del mundo subdesarrollado, fija precios mínimos que cubren sus costos y garantiza una prima adicional que se invierte en obras para la comunidad.

 

Como el merlot de La Riojana, otros productos de origen local con sello FLO están disponibles en Europa y en Estados Unidos, pero fuera del alcance del consumidor argentino. En el país, 19 empresas y cooperativas certificadas por comercio justo exportan el total de los vinos, frutas y miel FLO que producen. Consultados por LA NACION, los productores explicaron que, en la Argentina, el comercio justo y el consumo responsable aún no están desarrollados. Sin embargo, algunos de ellos planean abrirse paso en el mercado interno este año.

"Con esta operación ingresamos en el mercado estadounidense por primera vez", afirmó el presidente de La Riojana, Mario González. Desde que la cooperativa trabaja con la certificación FLO, en 2006, obtuvo 5000 nuevas bocas de expendio para sus productos certificados en Reino Unido y en Suecia. En 2008, facturó unos US$ 6 millones en exportaciones, de las que los productos de comercio justo certificados representaron el 10%. "Fue un cambio muy importante para los 510 socios y las 3000 familias que dependen de la cooperativa. Nos permitió avanzar con la construcción de una planta potabilizadora de agua y una escuela. Con la prima de la operación con Wal-Mart, construiremos un hospital", aseguró González. La cooperativa recibirá US$ 2 por cada botella vendida a ocho y serán administrados por una asamblea de trabajadores.

En la productora de cítricos Cauquen Argentina SA, que desde 2004 exporta limones, naranjas, mandarinas y duraznos certificados a Europa, la prima se entrega al trabajador y oscila entre el 10 y el 15% sobre el precio de mercado. "Eso encarece el producto. El consumidor argentino, a diferencia del europeo, no está dispuesto a pagar ese plus por un producto de comercio justo. Por eso la fruta que vendemos al mercado interno no tiene etiqueta FLO y el precio es el convencional", cuenta Guillermo Rodríguez Crespo, de Cauquen.

Sin embargo, algunos productores certificados, como la exportadora de miel CoopSol, planean desembarcar en el mercado local en 2009. "La etiqueta FLO es un valor agregado. El consumidor responsable sabe de dónde viene lo que compra y que contribuye a las economías regionales. El nicho es el segmento AB1, que puede pagar más por un producto de mejor calidad. Estamos conversando con algunas organizaciones interesadas en comercializar la miel FLO en el país", afirmó Alejandro Henin, de CoopSol. La cooperativa santiagueña renueva anualmente la certificación que usa desde 2004 por 1500 euros y vende su producción FLO a US$ 3400 la tonelada, unos 600 más que el precio de mercado.