Lanzaron en Europa un nuevo autobús anfibio

Se trata del Amphicoach Amphibus , un vehículo para 50 pasajeros que puede circular por las calles o el agua.

Por fin. Será una espectacular solución para los que debemos venir a trabajar todos los días a la Capital y sufrimos las complicaciones normales del tránsito y el caos por los sucesivos y permitidos piquetes.

Se trata del Amphibus, un nuevo vehículo producido por Amphicoach, empresa con un amplia experiencia en este tipo de vehículos, que posee capacidad para circular por las calles y el agua.

Los responsables del Amphibius aseguran que este flamante autobús cumple con las normativas exigidas en la Unión Europea y Estados Unidos en cuanto a vehículos terrestres, así como para barcos de pasajeros.

Este colectivo acuático cuenta con un motor turbodiesel de alrededor de 200 CV, que en tierra puede alcanzar una velocidad máxima de 140 km/h, y en el agua sólo llega a una velocidad de 8 nudos (un poco más de 15 km/h). El informe indica que puede aguanta varias horas sobre aguas saladas sin sufrir por eso, y que para circular, las ruedas se retraen con objeto de mejorar la hidrodinámica del casco.

En el interior no hay diferencias con un colectivo convencional. Puede transportar más de 50 pasajeros, con los asientos tradicionales o un poco menos con las butacas de lujo, que permiten varias posiciones.

Por otro lado, el conductor (o capitán) cuenta con un muy buen equipamiento de serie con frenos a disco con sistema ABS, navegador GPS, con piloto automático, equipo de audio con Bluetooth, radio AM/FM y onda corta, aire acondicionado, dirección asistida y sistema de DVD.

Todavía no se han publicado los precios ni la fecha final de lanzamiento en los concesionarios europeos. Sin duda sería una solución al problema de transporte en nuestra capital. ¿Se imaginan tomar este transporte en San Isidro o Quilmes, por ejemplo, y luego de un recorrido por el Río de la Plata bajar en la terminal de Puerto Madero o seguir por tierra hasta cerca de nuestro trabajo? Excelente, por lo menos hasta que los lancheros, pescadores, marineros, guardavidas o cualquier otra organización (terrestre o fluvial) que se le ocurra decida hacer un corte con movilización por el río, que por supuesto, y como siempre, nadie controlará.

Fuente: La Nación

27 – 03 – 09

MT