Logística Solidaria: La importancia de llegar con la ayuda justa


"La solidaridad sin un plan de logística no sirve", dijo recientemente una de las víctimas del terremoto de Haití. Ante la magnitud del desastre su reflexión puede parecer una obviedad, pero le cabe a todo tipo de ayuda humanitaria, para que los recursos lleguen a destino, como se dice, en tiempo y forma. Ni más ni menos.


Para recibir, almacenar, clasificar y trasladar cualquier tipo de ayuda, hace falta encarar un proceso adecuado. La inundación de la ciudad de Santa Fe, en mayo de 2003, fue el mayor desafío logístico que le tocó a Javier Álvarez Martínez, logista de Cáritas Argentina: “La emergencia superó toda capacidad de respuesta local”, cuando el desborde del Río Salado provocó 23 muertos y 140 mil evacuados.


Hay 66 sedes de Cáritas en el país y para las operaciones logísticas tiene un responsable nacional, un encargado de depósito y voluntarios. “Lo que llega a la diócesis afectada debe ser en la cantidad que corresponde y en el tiempo indicado. Más mercadería generaría una saturación de la capacidad operativo-logística y, al mismo tiempo, limitaría el volumen disponible para recibir y clasificar lo necesario; menos, generaría que no se pueda responder a la demanda”, explicó el logista.


En aquella ocasión fueron varias las organizaciones civiles, de seguridad y de ayuda humanitaria que confluyeron para ayudar a las víctimas. A escala nacional “hubo que coordinar el movimiento de 237 camiones. Además de utilizar como almacenes “la parroquia de San Cayetano, la sede de Cáritas y nuestro depósito de Avellaneda, se conformó un dispositivo logístico con diócesis soporte para el almacenamiento y la clasificación. Todo para garantizar que llegase sólo lo necesario y en las condiciones requeridas”, recordó Álvarez Martínez.


La organización tiene “un semirremolque cerrado y la mayoría de los transportes es cedida por empresas o particulares; desde Cáritas gestionamos la donación del combustible. Además, se fomenta que cada una de nuestras sedes acuerde con los transportes locales para trasladar la mercadería en forma gratuita o al costo”.


Cáritas centraliza toda esa información en sus oficinas. “Utilizamos bases de datos, planillas de cálculos y, dependiendo de la situación, el Sistema de Manejo de Suministros Humanitarios (SUMA) de la Organización Panamericana de la Salud”, completó Álvarez Martínez.


Estar preparados para responder ante cualquier emergencia, también es asumido como “una tarea de todos los días” por el equipo de la Cruz Roja Argentina. Tienen muy claro que “los accidentes y los desastres suelen presentarse sin aviso y rápidamente” y, en tal sentido, organizan diversos canales de capacitación en prevención y manejo de emergencias.


Voluntad y profesionalismo

Para la Fundación Alma la infraestructura logística es parte esencial de su iniciativa solidaria. Desde 1980 gestiona un tren hospital pediátrico con tres vagones provistos de consultorios médicos y odontológicos, quirófano, laboratorio, sala de rayos y revelado, entre otras instalaciones.


Enganchado a los trenes del Belgrano Cargas, este hospital rodante ya realizó más de 150 viajes y atendió unas 75 mil consultas. “En cada trayecto viajan médicos, técnicos, enfermeros y asistentes, y transportan medicamentos y donaciones, como pañales y pasta dental”, apuntó Oscar Algranti, presidente de la Fundación.


La Fundación Banco de Alimentos dispone de un sistema de gestión de calidad certificado con la Norma ISO 9001 versión 2000. “Funcionamos como un centro de distribución social. El primer paso se da cuando recibimos los alimentos donados -unas 250 toneladas por mes- en nuestro depósito del partido bonae
rense de San Martín, que tiene 600 metros cuadrados y cámaras que permiten almacenar perecederos”, señaló Claudio Teloni, responsable de Donantes de Alimentos.


Con esa mercadería inician “un proceso de clasificación y acondicionamiento de los alimentos y se carga la información en un sistema de gestión de inventarios que nos permite hacer los ofrecimientos a los comedores”, que son casi 500, entre los ubicados en la ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. Cada día, treinta comedores se acercan con un flete propio o alquilado para retirar sus pedidos previamente acordados. El ciclo termina con el envío de un informe de trazabilidad al donante”.


El Banco trabaja “con un equipo de 24 personas rentadas y la colaboración de 700 voluntarios. Acerca de los índices de gestión logística que emplean, Teloni eligió revelar las mejoras obtenidas en el indicador de monto gestionado por el área de desarrollo de recursos, que creció “por encima de los objetivos propuestos”. También el indicador del proceso de clasificación: “El porcentaje de mercadería de decomiso disminuyó. Esto se debe a que trabajamos junto con los responsables de Calidad para optimizar el procedimiento”.


Desde la Red Solidaria, Juan Carr sostuvo: “En nuestro caso, trabajamos a demanda de la realidad. En el día a día, con cada donación, solicitamos la colaboración de las empresas de transporte. Establecemos un nexo entre los que necesitan y aquellos que puedan cubrir cada necesidad” y organizan campañas. Como ejemplo, mencionó la de reciclado de papel y tapitas de gaseosa para refaccionar la Sala de Quemados del Hospital Garrahan a un costo de 850 mil dólares: “Terminamos juntando 1,15 millón de dólares”, resaltó.


Emergencias y asistencia

Entre las organizaciones que acreditan experiencia en ayuda humanitaria en el país, en 1890 se instaló una filial del movimiento internacional Ejército de Salvación. Sus depósitos centrales funcionan en los barrios de Nueva Pompeya y de Constitución, donde reciben y clasifican donaciones. Cuando fue la inundación de Santa Fe acercaron su ayuda. Cuenta con 4360 salvacionistas, 115 oficiales activos y 93 empleados, además de voluntarios y colaboradores externos.


Además de brindar servicios de emergencia a las víctimas de desastres naturales o causados por el hombre, El Ejército desarrolla un programa de alimentación gratuita que cubre distintos barrios porteños, posee hogares de refugio y centros infantiles, comedores comunitarios y campamentos de verano”, enumeró Raúl Bernao, uno de los coordinadores divisionales en Buenos Aires.


Más recientemente, cuando Argentina padeció la crisis económica de 2001, surgió el Tren Solidario, un programa de responsabilidad social empresaria de Rieles Multimedio. Reciben donaciones de entidades públicas y privadas relacionadas con el sector, que además “aportan el coche motor y la logística; los gremios cooperan con el aporte de personal para la corrida del tren”, indicó Sergio Rojas, director de Rieles.


Este Tren lleva realizados 23 viajes desde la Patagonia hasta Salta. “Para elegir el destino le damos prioridad a las organizaciones que alimentan a chicos y a personas mayores. Enviamos previamente una misión al lugar, para coordinar la recepción y cuando llega el tren se les entregan las donaciones sin ningún tipo de intermediarios”, aseveró Rojas, quien puso el acento en el “grupo humano de trabajo que logra mover cielo y tierra para que el tren corra”.


Desde el sector privado se detecta un claro apoyo a las acciones humanitarias. Por mencionar algunas, el Grupo Logístico Andreani instrumenta mediante su Fundación, el Programa Red Logística Social, para aportar servicios logísticos a organizaciones como Cáritas, Cruzada Patagónica, Escolares y Leer y la red Comunidades Rurales, entre otras, que necesitan hacer llegar información y donaciones a destinos alejados.


Otra de las iniciativas conocidas últimamente fue la realizada por empleados de UPS en Argentina, que colaboraron con la Fundación Huerta Niño, con el propósito de asegurar la alimentación de 550 alu
mnos de escuelas rurales en Santiago del Estero, como parte de un programa global de voluntariado.


 

La mano del Estado

Los Ministerios de Desarrollo Social, Salud y Planificación Federal pusieron a rodar el denominado Tren de Desarrollo Social y Sanitario de la Nación, una formación de ocho vagones desde donde se realizan tareas de prevención, promoción, contención y asistencia directa relacionadas con el desarrollo social y la salud. Lleva recorridas 200 localidades y 131 parajes del interior argentino, donde ya se desarrollaron 91.927 prestaciones médicas y 29.109 sociales, según la información oficial. La organización del Tren consensúa y articula acciones con los gobiernos provinciales, municipales, consejos consultivos, ONG’s, cooperadoras, sociedades de fomento, hospitales, centros de salud, hogares y escuelas rurales, entre otras instituciones.

 

Redacción Expotrade

Para Suplemento Transporte & Logística de La Nación

NG-26/01/2010