El ojo en la frontera con Brasil

 

Dispares versiones sobre la situación en la frontera argentino brasileña –que comenzó con el bloqueo de camiones el martes 27 de octubre-: mientras La Nación informaba (el 28) que la traba se había superado, Crítica decía que crecía la tensión entre ambos países

 

 

Brasil levanta el bloqueo a camiones argentinos

Pasaron 500 vehículos con frutas, ajos, vinos, pescado y queso, informaba La Nación

Por lo menos uno de los pasos fronterizos con Brasil fue liberado ayer al tránsito de camiones argentinos, la mayoría con productos alimenticios perecederos, que estaban demorados por decisión del país vecino. Fuentes de la Cancillería argentina dijeron anoche que se había reabierto la frontera en Uruguayana (frente a Paso de los Libres, Corrientes), por donde pasaron más de 500 camiones, por lo que se empezó a destrabar el tránsito de la mercadería en ese punto.

Tres días atrás, camiones argentinos que transportan frutas del Alto Valle del Río Negro (principalmente peras y manzanas), ajos y vinos de Mendoza y alimentos congelados, entre ellos pescados y quesos, y cosméticos (desodorantes) habían sido demorados en distintos puntos fronterizos con Brasil. "En total llevan 19 productos que representan el 9 por ciento de las exportaciones a Brasil", informó anoche una fuente del Ministerio de la Producción.

Por la tarde de ayer, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Alfredo Chiaradía, transmitió al embajador de Brasil, Mauro Vieira, el reclamo formal del gobierno argentino y planteó que era "inaceptable" que se detuvieran camiones en la frontera con mercadería perecedera y sin previo aviso. El diplomático del país vecino quedó en trasmitir el planteo a su gobierno y "seguir en contacto", según dijeron fuentes de la Cancillería.

Anoche, en un comunicado, la embajada de Brasil señaló que Vieira, a su vez, había reiterado la preocupación del gobierno de su país, manifestada en diversas oportunidades, en relación con el incumplimiento del plazo estipulado por la Organización Mundial del Comercio (OMC) de 60 días para la liberación de las licencias no automáticas a la importación. Pero para Chiaradía, la medida es asimétrica porque Brasil plantea que la Argentina aplica licencias no automáticas, pero aclaró que ninguna de esas licencias se ha puesto en vigor de manera inmediata ni con productos perecederos.

Por otra parte, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) recomendó que si bien se debe cuidar la relación comercial con Brasil, "se debe cuidar mucho más la preservación de las fuentes de trabajo en la Argentina". El presidente de la Cámara de Comercio Argentino Brasileña, Jorge Rodríguez Aparicio, dijo a la agencia DyN que no había que dramatizar, porque señaló que "ya se sabía que estas medidas se iban a aplicar".

Para el economista Dante Sica, de la consultora abeceb.com, desde la salida de la crisis argentina de 2001 y en todo el marco de las negociaciones bilaterales de los últimos años "el gobierno de Brasil aplicó la paciencia estratégica". Y agregó: "Ahora, en el contexto político actual, la administración Lula tiene menos margen de maniobra para frenar los reclamos de los industriales brasileños en contra de las medidas argentinas".

Crece la tensión con Brasil por el comercio

El vicecanciller Alfredo Chiaradía le transmitió la preocupación al embajador brasileño en Buenos Aires por las barreras al ingreso de productos argentinos. Pero desde el gobierno de Lula las ratificaron. Por ahora, la Casa Rosada no analiza multas ni sanciones, indicaba Crítica en una nota con las iniciales A.B.

Alfredo Chiaradía le expresó la preocupación del gobierno argentino al embajador brasileño. Igual, desde el socio en el Mercosur confirmaron las restricciones,

El Gobierno consideró “inaceptables” las nuevas trabas que impuso Brasil al ingreso de productos argentinos a su territorio, que dejaron varados en la frontera a transportistas de frutas y cereales. Según fuentes oficiales, el vicecanciller Alfredo Chiaradía le transmitió ayer ese mensaje al embajador brasileño en Buenos Aires, Mauro Vieira, durante la cita formal que le había reclamado el lunes el canciller Jorge Taiana. El ministro de Economía, Amado Boudou, igual intentó bajar el tono de la disputa. En el Palacio San Martín aclararon que “no hay un conflicto” y que las quejas respondieron sólo a la falta de aviso previo y a que los contenedores frenados por el país vecino llevaban artículos perecederos, que podían arruinarse.
Las restricciones brasileñas –que entraron en vigor dos semanas atrás, en respuesta a los permisos idénticos que
exige la Argentina a quienes importan desde allá– seguirán vigentes, advirtieron fuentes del país vecino a este diario. Por ahora no habrá sanción ni multa alguna por parte de la Casa Rosada. Las trabas afectan los envíos de harinas, peras, manzanas y ajo, entre otros bienes.
Además, según dejaron trascender a última hora de anoche fuentes de la embajada vecina, el gobierno de Lula retrucó a la queja local advirtiendo su “preocupación” por las barreras argentinas “que afectan la fluidez del comercio entre los dos países”. También denunciaron que “la Argentina no cumple con los plazos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para el otorgamiento de los permisos”.
Al término de la reunión con el embajador, fuentes cercanas a Chiaradía dijeron que “estas medidas afectan a muchos productos perecederos de diversas provincias y tienen una marcada asimetría con las que toma la Argentina, que son anunciadas con tiempo antes que empiecen a regir”. Cerca de él y de Taiana se oyeron quejas por “la falta de avisos previos” y se destacó como “un claro agravante” que los productos fuesen perecederos.
“No es menor la época del año en la que disponen esta decisión, porque ahora es cuando los comerciantes de Brasil se están stockeando para las ventas de fin de año y el inicio del verano”, insistieron las fuentes.
Brasil tiene en su nomenclador arancelario unos 4.500 productos argentinos a los que puede aplicar licencias no automáticas. Se trata de un permiso especial para las importaciones que puede tardar hasta dos meses y que los gobiernos del Mercosur usan como barrera, al no poder aplicar aranceles.
Los cortocircuitos comerciales con el gigante vecino se atenuaron en los últimos dos años y para no realimentarlos, en Cancillería optaron por limitar las quejas. Justo a mediados de este año se logró revertir por unos meses el déficit sistemático que arrojó para el país durante el último lustro el comercio bilateral.
La balanza igual es deficitaria en lo que va de 2009: el saldo entre enero y septiembre es un rojo de 367 millones de dólares. Al margen de las cifras, el intercambio mantiene la matriz básica de los años 90: se exportan alimentos y se importan bienes industriales.
El ministro de Economía, Amado Boudou, intentó atenuar las rispideces al señalar que “en sólo 6% de los productos existen problemas comerciales con Brasil”. Y recordó que el vecino “sigue siendo nuestro principal socio comercial”.
El presidente de la Cámara de Comercio Argentino-Brasileña, Jorge Rodríguez Aparicio, pidió “no dramatizar” porque “ya se sabía que estas medidas se iban a aplicar”. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa, en cambio, pidió “mantener la política de las licencias no automáticas dispuesta para calzado, línea blanca, electrodomésticos, textiles y papeles”.

Redacción deNexos

EP – 28/10/2009