"Se supone que un producto importado que tiene licencia también se fabrica en el país, pero eso no pasa con algunos hilados, electrodomésticos, autopartes, neumáticos y bulones, que superan los plazos promedio para ser autorizados. En la medida en que esto se generalice, puede haber desabastecimiento en algunos sectores", dijo el vicepresidente de la Cámara de Importadores (CIRA), Diego Pérez Santisteban.
El sector de máquinas y herramientas trabaja al 40% de su capacidad por la contracción del mercado y las trabas a las importaciones. El año pasado había facturado unos US$ 300 millones y había exportado 14,3 millones, según estimaciones de la Cámara Argentina de la Máquina Herramienta, Bienes de Capital y Servicios para la Producción (Carmahe). "Muchas máquinas que no se fabrican en el país tienen licencias no automáticas. Impedir que entre esa tecnología de punta necesaria para producir y exportar es condenar al industrial argentino a trabajar con una pinza y un martillo", sentenció el vicepresidente de Carmahe, Alfredo Bonazzi. Advirtió que las trabas están afectando la línea de máquinas para la deformación de chapa, guillotinas, cilindradoras y prensas y las de arranque de viruta, como los tornos a control numérico, y que las demoras burocráticas afectaron al 70% de las empresas asociadas, con consecuencias directas en las industrias automotriz, de autopartes, petropartes y agromecánica. "En muchos casos, los empresarios no van a poder cumplir con sus compromisos. Hay atrasos de hasta seis meses para ingresar máquinas, que demoran el inicio de la producción y el plazo de entrega al cliente. Además, sabemos que estas listas se van a ampliar", adelantó.
En la industria textil, llaman la atención sobre "la inadecuada gestión de las solicitudes de importación" y reclaman que se aceleren los procesos para determinados artículos. Mientras tanto, los empresarios del sector implementan diferentes estrategias para amortiguar los efectos de las demoras: aumentan la provisión local, modifican la planificación de la producción y contactan nuevos proveedores. "Pero algunos materiales no se producen localmente, por cuestiones de escala. Si esto no se regulariza a tiempo, se va dificultar el lanzamiento de la nueva temporada", dijo el presidente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria, Oscar Pérez Larumbe.
De acuerdo con un informe sobre la industria textil de la consultora IES, la fuerte contracción de las importaciones en el primer cuatrimestre de 2009 se debe a la contención del mercado interno y a las licencias no automáticas que, "en algunos casos, afectaron a materias primas, con un impacto negativo en la producción local". Las compras cayeron un 50,4% en las fibras; el 53,7%, en los hilados, y el 38,9%, en los tejidos, con valores que llegaron a US$ 30,3 millones, 48,9 millones y 121 millones, respectivamente.
Fuentes del Ministerio de la Producción negaron que existieran demoras en la importación de mercadería para el sector textil. "Los retrasos de orden administrativo se están resolviendo. Además, estamos en contacto permanente con los empresarios para mejorar el sistema", dijeron en la cartera de Débora Giorgi.