Transporte de carga: situación actual

 

El transporte de cargas, tanto internacional como local, sufrió un descenso del 50% en sus servicios como consecuencia de la crisis. Las actividades más afectadas son el transporte rural; de autopartes y vehículos; de producciones siderúrgicas; los fletes internacionales; y los correos. En el sector destacaron que al tratarse de un termómetro de otras actividades, la caída en el transporte refleja el impacto de la debacle financiera internacional en todos los rubros. 

La situación motivó la semana pasada un planteo empresarial al jefe del sindicato de choferes, Hugo Moyano, para congelar los salarios a cambio de mantener los puestos de trabajo. De hecho, las empresas más golpeadas alegaron tener dificultades para afrontar el pago de los sueldos de febrero.

En el transporte rural, los efectos de la crisis financiera se sumaron a la persistente sequía. El jefe de la Federación del Transporte Automotor de Cargas (FATAC), Vicente Bouvier, dijo que la actividad opera “con una capacidad ociosa del 50%” y calificó de “insostenible” la merma. “No tenemos cosecha de girasol, no hay cosecha gruesa, falta agua y sufrimos la inactividad de 2008”, enumeró el dirigente santafesino en declaraciones radiales. Según Bouvier, las empresas sufrieron “quebrantos, dificultades financieras, operaciones de compra de vehículos que se echan para atrás y operaciones que se pretenden deshacer”.

El resto de la actividad no tiene un escenario mejor. Rodolfo Santolaria, vicepresidente tercero de la Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), explicó que de acuerdo al rubro las empresas “están con bajas de 30 a 50 por ciento”. Antes de la crisis, contó Santolaria, los camiones regresaban a su origen con una carga distinta de la pactada en el destino inicial, como mecanismo para optimizar los costos. “Ahora los fletes bajaron de 30 a 50%, y los retornos se redujeron prácticamente a cero”, advirtió.

Otra actividad que resultó dañada fue la de correos, sobre todo a partir del fin de las AFJP, lo que puso fin a centenares de miles de envíos de comunicaciones por carta a los afiliados. También el transporte de caudales por los planes de ajuste aplicados por los bancos, sobre todos sus costos.

El presidente de Fadeeac, Luis Morales, se reunió la semana pasada con Moyano para exponerle la gravedad de la crisis y plantearle la necesidad de un congelamiento salarial, confirmaron fuentes empresarias. El dato cobra más importancia por tratarse del sindicato que marcó la pauta salarial de los últimos años. Al menos, las cámaras de transporte esperan que el Gobierno mantenga los millonarios subsidios para el sector para mantener sus vehículos y los puestos de trabajo.

A principios de diciembre la entidad les envió la misma carta a la presidenta Cristina Fernández, a varios ministros y funcionarios, y a los legisladores, para ponerlos al día del bajón en el sector. Los directivos pidieron una refinanciación amplia de sus deudas; amortización impositiva para la compra de bienes de capital; créditos específicos; y más reintegros de impuestos como el de los combustibles o los aportes patronales, un beneficio que sólo rige en el transporte y que le garantiza a Moyano mayor caudal de afiliados.

A excepción de una línea de crédito para la renovación de las flotas, el resto de los pedidos no tuvo todavía respuesta.

Fuente: Critica